Aunque el nombre suena poco común, los ácidos grasos omega 3 no son nada que temer. Es un grupo de ácidos grasos esenciales, esenciales porque no se producen en el cuerpo y por lo tanto debe ser obtenidos a través de la dieta. La forma más común de obtener omega 3 es el aceite de pescado.
Valor nutritivo
Químicamente, las grasas se diferencian en saturadas y poliinsaturadas, sobre la base del número de átomos de hidrógeno unidos a la secuencia de carbono. En términos prácticos, las grasas insaturadas son líquidas a temperatura ambiente, mientras que las grasas saturadas son sólidas. Cada tipo de grasa tiene su importancia y valor nutricional.
Los ácidos grasos omega 3 comprenden diversos ácidos grasos poliinsaturados. De ellos, el más importante para la salud humana es α-linolénico es decir, el ácido docosahexaenoico y el ácido eicosapentaenoico.
En los últimos tiempos, los ácidos grasos omega 3 se presentan como promotores de salud y preventores de enfermedades. Los estudios científicos en el mundo demuestra que estos ácidos grasos ayudan a prevenir varios problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares, el asma y la artritis reumatoide.
Fuentes dietéticas
Estos ácidos grasos son sinónimo con el pescado, aunque el ácido alfalinoleico se encuentra en otros alimentos, principalmente en fuentes vegetales y nueces, como las semillas de lino, la soja y las verduras de hoja verde. Las fuentes no vegetarianas de los ácidos grasos omega 3 son el pescado, como el salmón, el atún y el mero, así como sus aceites. Los expertos están de acuerdo en que la mejor fuente de ácidos grasos omega 3 proviene del pescado siendo mucho mejor que los de origen vegetal.
Beneficios
1. Reduce el riesgo de ataque cardíaco
2. Disminuye el riesgo de osteoporosis
3. Previene el riesgo de enfermedades cardiovasculares
4. Aliviar el dolor, sobre todo la artritis
5. Mantiene las membranas celulares
6. Inhibe el engrosamiento de las arterias
7. Previene el crecimiento de células cancerosas