Una vez que se han determinado los asuntos de propósitos, metas y planes, los jefes de equipo tienen que prestar atención a la mecánica real de cómo el equipo hace su trabajo.
La mayoría de los líderes de un equipo saben que deben ayudar a su equipo a definir los objetivos, pero el asunto no se detiene allí. También es necesario ponerse de acuerdo sobre la mecánica de la forma en que el equipo va a realizar el trabajo.
Aquí hay cuatro puntos que cada equipo debe tener claro:
1. Roles y responsabilidades. Cada miembro necesita conocer sus tareas y cómo su trabajo contribuye a los objetivos generales.
2. Procesos de trabajo. Usted no necesita un cuaderno lleno de procedimientos, pero se debe estar de acuerdo sobre la forma de llevar a cabo lo básico, como la toma de decisiones o la comunicación.
3. Reglas de participación. Establezca una cultura de equipo constructivo. Comente los valores, normas y creencias compartidas que darán forma a la colaboración entre los miembros del equipo.
4. Medidas de rendimiento. ¿Cómo va a medir el progreso? Defina las medidas para alcanzar los objetivos, así como las consecuencias de no cumplir con ellos.