Recurrir a la cirugía plástica para tonificar y levantar su pecho es costoso y toma mucho tiempo. El embarazo, la lactancia, la menstruación irregular y una dieta inadecuada pueden tener consecuencias negativas en sus senos. Lea los consejos a continuación para tener senos más firmes.
Pasos para senos firmes
Use un sujetador de buena calidad y que sujete los senos como medida preventiva. La manera más efectiva de obtener senos firmes es prevenir los pechos caídos. La mayoría de las mujeres tienen los pechos caídos por que no usan un sostén o usan un sostén que no sujeta lo suficiente. Esto aplica especialmente a las mujeres que tienen senos grandes. Use un sujetador con aro o sujetador deportivo para sujetar sus pechos.
Dese masaje en el pecho dos veces por semana para mejorar la circulación. Aplique loción corporal o crema en las mamas antes de iniciar el masaje. Utilice movimientos de levantamiento, coloque sus dedos sobre el pezón y use sus manos para amasar y prensar los senos. Utilice una presión ligera y cómoda para dar masajes a su pecho y mueva con cuidado hacia la derecha y hacia la izquierda.
Haga ejercicios de pesas para los músculos pectorales en el pecho. Compre un par de pesas entre cinco y ocho libras. Acuéstese sobre su espalda en el suelo o en la cama con los brazos en línea recta. Sostenga una pesa en cada mano. Levante los brazos por encima de su cara hasta que las pesas se toquen entre sí. Baje los brazos hacia abajo a los lados. Haga de diez a doce repeticiones por un total de tres o cuatro sets. Notará que los músculos pectorales en el pecho estarán más definidos al cabo de cuatro o seis semanas.
Consuma una dieta saludable y balanceada para mantener buena salud en general, incluya carbohidratos, proteínas, ácidos grasos, vitaminas, minerales y calcio en su dieta.
Rocíe agua tibia sobre sus pechos seguido por agua fría cuando tome una ducha. Repita esto varias veces para mejorar la circulación y tonificar los senos.
Presione las palmas de las manos una con la otra colocando las manos juntas delante del pecho, como si fuera a orar. Levante los codos hasta la altura del pecho y presione las palmas una contra la otra con fuerza. Mantenga la presión hasta que le resulte incómoda y libere la tensión. Repita este ejercicio con frecuencia, ya que se puede hacer en cualquier lugar y en cualquier momento.