Piense en su bienestar emocional. Evalúe su salud emocional periódicamente. Tenga en cuenta las demandas particulares o las tensiones a que se enfrenta y cómo le afectan. Tome un descanso de sus preocupaciones e inquietudes. Reconozca que incluso dedicando poco tiempo todos los días a su aptitud física y mental usted obtendrán beneficios importantes en términos de sentirse rejuvenecido, más seguro y con más energía para disfrutar de sus actividades diarias.
Aquí hay algunas maneras sencillas para prácticar habilidad y bienestar mental:
Sueñe despierto – Cierre los ojos e imagínese en un lugar de ensueño. Respire lenta y profundamente. Puede ser una playa, una montaña, un bosque silencioso o una habitación favorita de su pasado, el ambiente cómodo le proporciona en una sensación de paz y tranquilidad.
Coleccione momentos emocionales positivos – Recuerde momentos en donde ha experimentado placer, comodidad, ternura, confianza, u otras emociones positivas.
Aprenda a lidiar con pensamientos negativos – Los pensamientos negativos pueden ser insistentes. Aprenda a interrumpirlos. No trate de bloquearlos, eso nunca funciona, pero no permita que se hagan cargo de su estado emocional. Trate de distraerse o consolarse si usted no puede resolver el problema de inmediato.
Haga una cosa a la vez – Por ejemplo, cuando esté fuera dando un paseo o pasando tiempo con amigos, apague su teléfono celular y deje de hacer su lista mental de las cosas que tiene pendiente. Enfoque su atención en el presente y disfrute de las vistas, sonidos y olores que se encuentre.
Haga ejercicios – La actividad física regular mejora el bienestar psicológico y reduce la depresión y la ansiedad. Unirse a un grupo de ejercicio o a un gimnasio también puede reducir la soledad, ya que usted se conecta con un nuevo grupo de personas que comparten un objetivo común.
Disfrute de pasatiempos – Tomar un hobby aporta equilibrio a su vida ya que le permite hacer algo que disfruta, simplemente porque desea hacerlo, sin la presión de las tareas cotidianas. También mantiene el cerebro activo.
Establezca metas personales – Las metas no tienen que ser ambiciosas. Es posible que decida terminar el libro que comenzó hace tres años, dar un paseo alrededor de la cuadra todos los días, aprender a tejer o jugar a las cartas, llamar a sus amigos en lugar de esperar a que suene el teléfono. Sea cual sea el objetivo a establecer, será un camino para construir la confianza y la satisfacción.
Mantenga un diario – Expresarse después de un día estresante le ayuda a ganar perspectiva, a liberar la tensión e incluso a aumentar la resistencia de su cuerpo a enfermedades.
Comparta el humor – La vida a veces es demasiado seria, así que comparta con alguien que usted conoce, cuando escuche o vea algo que le hace sonreír o reír. Un poco de humor es una gran ayuda para mantenerse mentalmente en forma.
Haga trabajo voluntario – La actividad de ayudar a los demás nos hace sentir bien con nosotros mismos. Al mismo tiempo, amplía nuestra red social, nos proporciona nuevas experiencias de aprendizaje y puede traer equilibrio a nuestras vidas.
Disfrute – Cocine una buena comida. Tome un baño de burbujas. Vea una película. Llame a un amigo o familiar con quien no ha hablado en años. Siéntase en una banca del parque y respire la fragancia de las flores y la hierba. Sea lo que sea, hágalo sólo por usted.