Los ataques de ansiedad, también conocidos como ataques de pánico, se presentan de repente y sin provocación aparente. Los ataques de ansiedad ocurren comúnmente cuando la persona está bajo estrés extremo o tiene poca autoestima. Los síntomas incluyen aceleración del ritmo cardíaco, respiración superficial y un deseo de huir de la situación. Las víctimas se sienten como si tuvieran un ataque al corazón o como si no pudieran respirar, y a menudo se apresuran a una sala de emergencias. Los tratamientos incluyen medicamentos contra la ansiedad, ver un psicoanálisis y aprender a lidiar con el estrés.
Genética
Muchas de las condiciones psicológicas que pueden hacer a una persona más propensa a sufrir ataques de ansiedad es tener una predisposición genética. Algunas de estas condiciones incluyen trastornos de ansiedad generalizada, trastornos de pánico, y fobias sociales.
Estrés
Estar bajo estrés emocional por problemas conyugales o relaciones familiares pueden hacer que usted tenga ataques de ansiedad. El estrés del divorcio, mudarse, cambiar de empleo, la muerte de un ser querido u otros eventos importantes de la vida desencadenan ataques de ansiedad.
Trastornos mentales
Si usted ha sido diagnosticado con ciertos trastornos de salud mental, como depresión clínica o trastorno obsesivo-compulsivo, puede experimentar ataques de ansiedad.
Otros factores
Otras causas de los ataques de ansiedad pueden ser una enfermedad, eventos sociales, preocupación financiera, personalidad, estar embarazada, ciertos medicamentos, la química del cerebro o la rehabilitación por alcohol u otras drogas.
