Mientras más pueda anticipar la posibilidad de las consecuencias no deseadas del cambio, y estar preparado para lidiar con ellas, mayores serán sus posibilidades de éxito.
Las consecuencias no intencionales son comunes en los negocios. Los administradores bien intencionados suelen implementar nuevas políticas sólo para descubrir que, además de soluciones, también han creado problemas nuevos.
Usted no puede predecir el futuro, pero puede ayudar a mitigar los efectos negativos con estos dos pasos:
- Planee con anticipación lo más que pueda. Reúna a la gente afectada por el cambio y planeé un escenario para ver lo que podría ocurrir, teniendo en cuenta que siempre habrá algo que le sorprenderá más tarde.
- Prueba las aguas. Realice experimentos cortos, centrados en ver cómo van a reaccionar las distintas partes, y utilice los resultados para darle forma a su plan. Usted no puede eliminar todas las posibilidades negativas, pero puede estar listo para lidiar con ellas.