El cultivo de rosas se remonta cientos de años. Las plantas con flores que son cautivadas son susceptibles a las plagas nocivas, como los áfidos, escarabajos y ácaros. Las plagas pueden causar manchas en las flores, daños en las hojas y agotar la savia de la planta pero, combatirse con aerosoles insecticidas.
Aerosoles naturales
Los aerosoles naturales pueden ser utilizados para controlar los insectos y las enfermedades que transmiten. El aceite de neem, un extracto de la fruta del árbol del neem y las semillas, está disponible como un aerosol de tiendas de jardinería. Este reduce la propagación de las manchas de las infestaciones de insectos y el moho que crece cuando los áfidos dejan melaza en las rosas. Algunos jardineros crean sus propias mezclas, utilizando una combinación de aceite de neem, bicarbonato de sodio y agua para rociar en las rosas.
Aerosoles químicos
Los aerosoles químicos comprados en tiendas de jardinería a menudo matan a una amplia gama de insectos, incluso a los insectos benéficos. Estos incluyen químicos como imdacloprid, spinosad y malatión. Algunos insecticidas se pueden comprar en botellas de aerosol premezclado, mientras que otros necesitan ser diluidos. No utilice insecticidas químicos si sus rosas están destinadas al consumo y/o serán utilizadas para recetas caseras de belleza.
Consideraciones
Algunos tipos de insecticidas en aerosol puede tener un efecto negativo sobre las rosas. Lea las etiquetas de los insecticidas con cuidado para asegurarse de que está usando un producto que no perjudica a la planta. Hable con el personal de su vivero local para averiguar cuales insecticidas son eficaces para los diferentes tipos de rosas.